
Actualizado el miércoles, 15 julio, 2020
Las pinturas rupestres de las Cuevas del Walichu
Si bien cuando hablamos de la Patagonia Argentina, nuestra imaginación recorre cualquier rincón entre Glaciares, Bosques Andinos y fauna única, Guanacos, Ríos y Lagos con vistas maravillosas, y un sin fin mas de estampas que nos regala la naturaleza de esa zona, nunca hubiera imaginado descubrir tan cerca de la ciudad de El Calafate pinturas rupestres.
A tan solo 5 km de la ciudad de El Calafate y sobre el margen sur del Lago Argentino, se encuentran las cuevas de Walichu que nos garantizan un viaje atrás en el tiempo. Además de su valor arqueológico, sorprenden por la belleza del paisaje y su clima de ensueño. Son innumerables las actividades y excursiones que se pueden realizar en la ciudad de El Calafate y sus alrededores, pero sin duda visitar las cuevas de Waichu es una de las opciones que no puede faltar, aun mas si van acompañados de niños, ya que son ideales para visitar con ellos.
Excursión organizada a las Cuevas del Walichu
Historia del descubrimiento
El primero en visualizar estas pinturas fue Francisco Moreno, Perito Moreno para todos, quien en uno de sus viajes al tan conocido Glaciar, las descubrió y observo la existencia de estas pinturas hechas por los indígenas en Punta Walichu, donde contemplo que sus paredes estaban cubiertas por signos trazados por la mano del hombre.
Actualmente, estas cuevas se encuentran en un predio privado, cuyos dueños intentan compartir y preservar los indicios de una cultura que difícilmente seremos capaces de interpretar. La entrada es gratuita. Para llegar hasta las cuevas desde la ciudad de El Calafate, simplemente tienes que circular por la ruta provincial 11 hasta un cartel que señala la cercanía del Lago Argentino, y una vez adentrados en esa vía, nos indica el acceso a las cuevas.
La visita
Al llegar, caminaremos por un sendero especialmente armado para ir descubriendo estas manifestaciones pictóricas que utilizaba el hombre prehistórico para contar su forma de vida. Pasaremos por diferentes cuevas, cada una con sus pinturas y su características, incluidos las diferentes formas de las piedras, algunas con un aspecto mas interesante por la erosion del viento que en esa zona sopla de manera regular.
Impacta ver que aun se conservan en el techo de una de las cuevas, milenarias manchas de grasa de animales que les sirvieron de sustento. Algunas pinturas son muy curiosas, otras son muy originales, y otras muestran su día a día y como se comunicaban entre si. Un gran legado que nos dejaron a estas nuevas generaciones.
Estas pinturas tienen alrededor de 4 mil años, por ello los estudios realizados señalan que dichas pinturas fueron realizadas por los pueblos pretehuelches, es decir que pertenecen al periodo Paleolítico superior. Gracias a esto, podemos tener mucha mas información sobre las pinturas , sus características y la del pueblo que las pinto.
Los hombres del Paleolítico, llamados así por su habilidad para tallar la piedra, utilizaron para estas pinturas entre otros materiales oxido de hierro con grasa de guanaco, resina de plantas, yeso, clara de huevos e incluso saliva humana. Sobresalen colores rojos, ocres, amarillos, negros y blancos, entre otros.
La técnica mas utilizada por los hombres del Paleolítico a la hora de realizar sus pinturas era el arrastre de dedos, y el sopleteado con la boca a través de huesos de guanaco ahuecados. El paso posterior de los Tehuelches que habitaron estos lugares, se puede apreciar mediante una reproducción de un «kau» (toldo o vivienda) y un pequeño «chenke» (sepultura) que dejan constancia de su existencia y costumbres.
Sin duda, la Patagonia Argentina, no deja de sorprendernos, y una vez mas nos ofrece un escenario admirable de lo que la naturaleza es capaz de brindarnos y los antepasados obsequiarnos.